“Dichoso aquel a quien se le perdonan sus trasgresiones, a quien se le borran sus pecados. Dichoso aquel a quien el Señor no toma en cuenta su maldad y en cuyo espíritu no hay engaño” Salmos 32:1-2.
Antes de continuar es importante que tengamos claras las siguientes definiciones:
LA TRASGRESIÓN es una falta no intencional.
EL PECADO es intencional. Pecas contra Dios, por que sabes que lo que estás haciendo es prohibido, pero aun así lo haces.
LA INIQUIDAD es una fuerza en contra de tu voluntad que te lleva a pecar o a trasgredir.
Necesitamos autoanalizarnos para conocer de dónde venimos, saber cuáles son nuestras raíces, ya que lo espiritual también se hereda, los pecados que cometieron nuestros antepasados y que no los confesaron y no se arrepintieron vienen a convertirse en una iniquidad y es heredada por las generaciones futuras. Es necesario saber: ¿Cuál es el pecado que nuestra familia viene padeciendo?
La iniquidad es una maldición que se va a repetir de generación en generación. (Proverbios 26:2) Esa maldición tuvo una causa, un origen que abrió la puerta a la iniquidad.
Necesitamos quitar el velo de nuestros ojos, ser sanados, arrepentirnos y traer esa iniquidad ante el Señor para que El nos libere de ese pecado y así recibir su Bendición.
1. La Idolatria: es una de las iniquidades mas frecuentes en las familias, investiguemos la cultura de nuestro país de origen y el área de donde viene nuestra familia ya que la idolatría trae maldición hasta la tercera y cuarta generación (Éxodo 20:1-5)
Si deseas profundizar más en el tema puedes dirigirte al enlace y escuchar la palabra que nos compartió nuestra Pastora Sandy Chonillo, el Domingo 18 Abril 2021.
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